Mareta ha salido nadie sabe como ha sido, un nuevo número está en tus manos para que lo leas despacio, lo comentes o lo arrimes al lado de los periódicos y revistas ya leídas.
Como sólo vemos la luz una vez al año, siempre hay mucho que contar, pero como tampoco pretendemos ser la memoria histórica de nada, simplemente continuamos con nuestra tarea de búsqueda, buscar un orden y algún sentido a las cosas que pasan y que – ¡No crean ustedes que es nada fácil!. Como sino se podría explicar la indiferencia, la tolerancia que ejercemos ante fenómenos como el botellón donde se puede observar con sólo mirar, la degradación de algunos jóvenes con una mala o nula educación, su nulo respeto por las demás personas y su entorno. Mientras esto sucede, delante de nuestras narices, no está bien visto el mostrar una postura radical de oposición al fenómeno, las autoridades que “pasan” si pueden de puntillas en estos temas y sólo se ocupan si hay follón. Los papis han tirado la toalla o bastante tienen con sacar adelante el día a día, mientras los chicos con 14 o15 años, “se lo pasan bien” bebiendo, vomitando y haciendo estercoleros allí donde acampan..
Como resumen y sin querer ser demasiado duros podemos decir que vivimos en una sociedad que premia y cede terreno a la estupidez y al desconcierto, no sabemos lo que hay que hacer y tampoco lo que no hay que hacer, el sálvese quién pueda está servido. Pero como estamos en la Navidad, es tradicional enviar un mensaje de esperanza y paz, los buenos deseos e intenciones se multiplican y nosotros no queremos ser menos, Mareta os desea lo mejor en estas fiestas. Y lo mejor tal vez sería reflexionar un poco , sentarnos juntos un ratito “la familia” y recordar que estamos celebrando.